Japón
25
de abril de 2005
Al
menos 50 personas murieron y unas 400 resultaron heridas cuando un tren
descarriló y se estrelló contra un edificio de apartamentos en Amagasaki, al
oeste de Japón, en el accidente ferroviario más mortífero en cuatro décadas.
Las
autoridades sospechan que el conductor del tren, de 23 años, había acelerado la
marcha y no pudo sortear una curva, lo que provocó el descarrilamiento de siete
vagones en Amagasaki, una ciudad de clase trabajadora en el oeste de Japón,
cerca de Osaka y Kobe.
Según
testimonios de pasajeros, el tren -que transportaba a 580 personas en la hora
pico de la mañana- iba retrasado respecto al horario previsto porque se había
pasado en una estación y había tenido que retroceder para dejar descender a los
pasajeros.
Los
restos de un vagón estaban esparcidos por todo el edificio y los equipos de
rescate buscaban sobrevivientes entre los trozos de metal. Otro vagón estaba
volcado en el piso, junto al edificio. "Confirmamos la muerte de 25
hombres y 24 mujeres. Todavía tenemos que identificar un cuerpo", declaró
a la AFP uno de los portavoces de los bomberos en Amagasaki, unos 400
kilómetros al oeste de Tokio.
La
policía de la provincia dio un balance de 417 heridos. "Los pasajeros que
iban parados fueron arrojados hacia afuera y los que estaban sentados fueron
tirados al piso. Fue simplemente un caos", relató Tsuneo Hara, un empleado
de una compañía publicitaria de Osaka, hospitalizado por una herida en una
pierna. "Una decena de personas no podía pararse y yacía en el piso sin
moverse. Las mujeres gritaban y lloraban", contó Hara. Los familiares de
quienes iban en el tren acudían a los hospitales para averiguar sobre sus
parientes. "No sabía lo que sucedía", dijo Etsuko Murakami, un ama de
casa de 64 años que se rompió la pierna. "Estaba asustada y no me podía
mover. Pensé que me iba a morir", señaló. Un gimnasio fue transformado en
improvisada morgue a medida que miembros de las familias entraban de a dos o
tres a ver los cádaveres. Hasta ahora sólo 11 han sido identificados, indicó un
portavoz de la empresa ferroviaria. Japón tiene una de las redes ferroviarias
más extensas y seguras del mundo, que transporta unos 60 millones de personas
-casi la mitad de la población del país- cada día.
Se
trata de la tragedia más mortífera desde 1963, cuando un tren de carga
colisionó con un camión en Yokahama, cerca de Tokio, y luego fue chocado por
dos trenes de pasajeros que venían en direcciones opuestas. Al menos 160
personas murieron en ese accidente. El último accidente de esta magnitud en
Japón fue el 14 de mayo de 1991, cuando un choque entre trenes en Shiga,
también en el oeste de Japón, dejó 42 muertos y 527 heridos.
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